Este noble tan importante pone a Velázquez en contacto con el Rey Felipe IV en un viaje a Madrid. Como Velázquez era un genio pintando, el rey le nombró su pintor (pintor de cámara del rey, año 1623). Por eso se trasladó de Sevilla a vivir en la capital, Madrid.
A continuación vamos a analizar el cuadro del CONDE-DUQUE DE OLIVARES, pintado tras la batalla de Fuenterrabía. ES UN RETRATRO ECUESTRE.
La banda roja significa que él era el capitán general. En la mano derecha lleva una bengala (antigua insignia de mando militar), la eleva para indicar el ataque. En el fondo apreciamos el SFUTAMO del fuego de la batalla.
¿Veis el papel blanco en la piedra? Seguramente ahí iba a poner su firma Velázquez.
Vamos con nuestra tarea individual:
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